" Pacta sunt servanda " Lo pactado obliga.

sábado, 2 de marzo de 2013

GILLIAN TETT Directora de FT (¿volvemos a la peseta ?)




MARÍA RAMÍREZ / Nueva York
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Gillian Tett es la cita más deseada del Financial Times. En una subasta navideña de eBay con fines benéficos, hay pujas de 2.500 euros para comer con la directora de la edición estadounidense del periódico, autora del best-seller Fool’s Gold sobre el origen de la crisis financiera y tal vez la periodista económica más influyente del mundo.

En una esquina de la redacción, rodeada de plantas y estanterías donde zapatillas deportivas conviven con un libro de GeorgeW. Bush, Tett explica por qué «la crisis europea es auto-infligida». Recuerda «la contradicción estructural de una moneda común sin un Tesoro y un sistema unificado de transferencia fiscal» y cómo en Europa, igual que pasó en EEUU con la crisis hipotecaria, «todo el mundo ignoró el problema y rezó para que desapareciera». El segundo problema esencial es quién cargará con «el dolor» de la deuda. «La zona euro no ha anunciado quién sufrirá: ¿los acreedores? ¿los países pobres? ¿Alemania? ¿entre todos?...
Hasta que no se aclare, la crisis no va a terminar», dice.
 
Pregunta.- ¿Ve soluciones en esta cumbre?
Respuesta.- La Unión Europea se está moviendo en la dirección
correcta. Pero no está claro si lo está haciendo lo suficiente y lo
suficientemente rápido.
 
P.- ¿Merkel es culpable?
R.- Hay tres teorías sobre ella.
Una es que no se entera de nada.
Otra que sabe lo que hace, pero es
una ideóloga. Y otra que está en una
estrategia para lograr más concesiones
de los países más débiles a cambio
del apoyo. Entre los banqueros
de inversión está demoda decir que
es una estratega brillante. Pero si es
así, ¡Dios mío, qué juego más peligroso!
Si es así, literalmente llevará
Europa al borde del Apocalipsis e intentará
dar marcha atrás en el último
momento.
La ironía de la zona euro, como dice
Jean-Claude Trichet, está en dos
cosas fascinantes e ignoradas. En
primer lugar, la disparidad entre las
regiones dentro de EEUU es más
grande que en la zona euro en cuanto
a paro y crecimiento. En segundo
lugar, la zona euro tiene suficiente
dinero para resolver sus problemas
sin China ni el FMI, pero no puede
ponerlo donde se necesita legalmente
o con apoyo social. Y ahora no tiene
los mecanismos de ajuste. Pero si
la zona euro se pone de acuerdo
puede resolver sus problemas.
P.- ¿Ve elmismo patrón en las crisis
de EEUU y la UE?
R.- Sí... La diferenciamás grande
es que en EEUU Hank Paulson intervino
con su bazoka. Pudo tomar
decisiones difíciles rápido con dos o
tres personas. La tragedia de la zona
euro es resolverlo con 17 jefes.
P.- ¿Qué puede hacer el Gobierno
de Rajoy y hasta qué punto importa?
R.- Importa mucho, pero no tanto
como la zona euro. Puede rezar... En
serio, puede gestionar la economía
española de lamejor manera posible,
forzar la limpieza de los bancos,
ser lo más transparente posible con
los inversores, aprobar un plan de
ajuste fiscal rápido. Hay mucho que
hacer con las cajas.
P.- Usted defendió a los bancos españoles
en 2008.
R.- A los grandes bancos como el
Santander les ha ido bastante bien.
El problema está en las cajas. El
Banco de España hizo cosas buenas
en 2003 y 2004. No dejó que los bancos
invirtieran en vehículos de inversión
estructurados y tonterías de
ésas. Desafortunadamente, no lo hizo
igual de bien con las cajas.
P.- ¿Hay argumentos a favor de
que España salga del euro?
R.- Potencialmente, sí. La cuestión
es cómo hacerlo sin problemas. Espero
que los gobiernos hayan hablado
con sus emisores para cambiar
de moneda si lo necesitan. Si no lo
han hecho, son estúpidos. Pero estoy
segura de lo que han hecho. La logística
de cambiar de moneda es muy
complicada. Si España tuviera que
volver a la peseta, tardaría en organizarlo.
Una ruptura sería muy liosa.
P.- ¿Es la ruptura improbable?
R.- No tanto. Hay un 60% de posibilidades
de que el euro continúe
con sus 17 miembros contra el 40%.
España no sería la primera en salir.
Grecia, Portugal, Irlanda... Pero no
se puede ignorar la posibilidad. Hay
cosas buenas en la economía española,
pero lo que está pasando es
muy inquietante.
Lo he visto antes. A veces las cosasmás
inimaginables suceden y suceden
muy rápido. Enmedio de una
crisis no se puede reemplazar una
moneda con otra de repente.Hoy es
más fácil por los pagos electrónicos,
pero también más difícil por los contratos
financieros. No espero que España
salga del euro, pero no se puede
excluir. Espero que haya preparado
la logística aunque no hable de
ello. El Banco de España es un grupo
muy organizado de tecnócratas
muy brillantes. Y estoy segura de
que serían capaces de gestionarlo
con bastante eficacia como la mayoría
de los burócratas en Europa.
P.- ¿Qué peso ha tenido el cliché
del sur de Europa en la crisis?
R.- Si tienes a un montón de europeos
del norte diciendo que los del
sur son vagos, irresponsables y desastrosos,
esto dinamita la cohesión
social.
P.- En España se habló de una
«conspiración» del FT.
R.- No podríamos organizar una
conspiración ni aunque quisiéramos,
no estamos tan organizados. Para
bien o paramal, el Financial Times
es un grupo de gente creativa y bastante
anárquica. Escribimos lo que
vemos. Y lo hacemos lomejor que
podemos. La idea de una conspiración
es ridícula. Bastan cincominutos
en nuestra redacción.No nos ponemos
de acuerdo entre nosotros.
Cuando hay tres periodistas en una
habitación tienes cinco opiniones.
P.- Pero la etiqueta de ‘PIGS’
no ayudó.
R.- Es el clásico ejemplo de atacar
al mensajero. Pasó en Japón y en
EEUU. Nos hacemos eco de algo
que pasa en los mercados y después
nos atacan. La decisión que tengo
que tomar todos los días es hasta
qué punto reflejamos el sentimiento
delmercadoyhastaqué punto lo intensificamos.
Sería irresponsable enfatizar
el pánico, pero también lo sería
ignorar lo que pasa en los mercados
porque sólo una pequeña élite
sabría lo que sucede. Intentamos un
equilibrio entre los dos.
P.- ¿Por ejemplo?
R.- Evitamos la palabra «crisis».O
no publicamos especulaciones sobre
bancos sin comentarios que se puedan
atribuir.

1 comentario:

Diminutopitufo dijo...

La verdad es que con la peseta viviamos mejor, que duda cabe. Porque los sueldos de ahora son iguales de los de hace quince años. Paz y amistad.